viernes, 19 de octubre de 2012

Sobre Trabajar entre bambalinas y el poder de la locura con una sonrisa


Justo anoche tuve mi primer trabajo de concierto durante mis practicas. Que decir que no tenia un cargo demasiado responsable, sino que hice gala de ese gran talento mio del que hablaba ayer para hacer recados. Llegue al auditorio, entrando por una puerta de atrás y enseguida me di a conocer a parte del equipo del grupo. "Cuidado que eso peso, hacen falta dos personas", me dijeron mientras cargaba yo solo con esa caja.
Ya con todo cargado y descargado, preparemos el catering en la oficina y ayude a montar el puesto del merchandising.

Aprender los trucos básicos del oficio, como localizar en que sitios puedes esconderte a fumar, que recipientes son los mejores para la ceniza es de lo primero que uno debe memorizar para si eres como yo saciar mi constante vicio tabaquil.

Claro que fue entonces cuando me di cuenta de (me encanta empezar con esta expresión) de que este es mi mundo. No finjo, soy yo mismo, sonrió y me presento a la gente sin ninguna vergüenza, con educación siempre, pero manteniendo parte de mi locura.

Acabar el trabajo, antes de ir a casa. Pasar por camerino, tomarme una copa del catering. Y si hacia falta una prueba de que esto esta bien fue que antes de irme te den un abrazo.

Llegar como trabajador

Irme como amigo

No hay comentarios:

Publicar un comentario